Cuando hablamos de mantener un ordenador en buen estado, muchos piensan en limpiar el polvo o actualizar el software. Pero hay un detalle técnico que marca la diferencia entre un equipo que rinde bien y uno que se sobrecalienta sin control: la pasta térmica.

En este artículo te explicamos qué es, cómo retirarla, cómo aplicarla correctamente y por qué debes cambiarla cada cierto tiempo si no quieres dañar tu procesador.


¿Qué es la pasta térmica?

La pasta térmica (o compuesto térmico) es una sustancia conductora que se coloca entre el procesador (CPU) y el disipador de calor o cooler. Su función es mejorar la transferencia de calor entre ambos componentes, permitiendo que el disipador absorba más eficientemente el calor generado por el procesador.

Sin esta pasta, el calor no se disipa correctamente, lo que puede provocar sobrecalentamiento y reducir el rendimiento de tu PC.


¿Qué pasa si no la cambias?

El hombre siente dolor en los ojos mientras trabaja en la computadora portátil desde casa

Con el tiempo, la pasta térmica se seca, se endurece o pierde efectividad, dejando de cumplir su función.
Los principales riesgos de no cambiar la pasta térmica son:

  • Aumento excesivo de la temperatura del procesador.

  • Disminución del rendimiento del sistema (thermal throttling).

  • Reinicios aleatorios o apagados por sobrecalentamiento.

  • Riesgo de dañar permanentemente la CPU si el calor no se disipa adecuadamente.

Se recomienda cambiarla cada 1 a 2 años, dependiendo del uso del equipo y del tipo de pasta utilizada.


¿Cómo retirar la pasta térmica vieja?

 

Vista frontal hombre reparando una computadora

 

Antes de aplicar nueva pasta, debes retirar por completo la anterior, y hacerlo con cuidado. Aquí te dejamos los pasos:

Materiales que necesitas:

  • Alcohol isopropílico (mínimo 90%).

  • Papel sin pelusa o toallitas de microfibra.

  • Palillos de algodón (opcionales).

  • Guantes (opcional pero recomendado).

Paso a paso:

Apaga y desconecta el equipo. Espera a que se enfríe.

Retira el disipador del procesador con cuidado.

Limpia la superficie del procesador y del disipador con papel o microfibra humedecida en alcohol isopropílico.

No rasques ni uses objetos duros. Hazlo con suavidad hasta que quede completamente limpio.

Deja que ambas superficies se sequen bien antes de aplicar la nueva pasta.


¿Cómo aplicar la nueva pasta térmica?

Ahora que todo está limpio, es momento de aplicar la nueva pasta:

Recomendaciones clave:

  • Usa una pasta térmica de buena calidad.

  • No pongas ni muy poca ni demasiada.

  • No la esparzas con el dedo. El disipador se encargará de distribuirla correctamente.

Método sugerido:

Coloca una pequeña cantidad (como un grano de arroz o una lenteja) en el centro del procesador.

Coloca el disipador encima y ajústalo con firmeza pero sin moverlo lateralmente.

El peso del disipador repartirá la pasta uniformemente.


Conclusión: Un pequeño gesto que alarga la vida de tu equipo

Cambiar la pasta térmica puede parecer un detalle técnico menor, pero es uno de esos mantenimientos esenciales que marcan la diferencia en la vida útil y el rendimiento de tu PC.
No esperes a que tu procesador empiece a arder para actuar. Una buena limpieza y una nueva capa de pasta térmica pueden ahorrarte muchos dolores de cabeza (y dinero) a futuro.