Las pequeñas y medianas empresas suelen enfrentarse a muchos retos: llevar las cuentas, gestionar clientes, mantener al equipo motivado… y claro, también asegurarse de que todo funcione bien a nivel tecnológico.
El problema es que, por falta de tiempo, de recursos o de conocimientos técnicos, muchas pymes cometen errores informáticos que terminan costando caro.
Hoy te cuento algunos de los fallos más comunes (que probablemente estés cometiendo sin darte cuenta) y cómo solucionarlos antes de que se conviertan en dolores de cabeza.
1. No hacer copias de seguridad
¿Te imaginas perder todos tus documentos, facturas o archivos de clientes por un fallo en el ordenador o un virus?
Suena catastrófico, pero es más común de lo que crees. Muchas pymes no tienen una política clara de respaldo, y lo peor: se acuerdan de las copias cuando ya es tarde.
Cómo evitarlo:
Implementa una copia de seguridad automática, ya sea en la nube o en un NAS local. Lo ideal es que se haga al menos una vez al día y que puedas restaurar los datos fácilmente en caso de emergencia.
2. No actualizar los sistemas ni el software
Los ordenadores que se usan a diario y «nunca se apagan» suelen quedar desactualizados. Y eso no solo los vuelve más lentos, sino también vulnerables a ataques o errores de compatibilidad.
Cómo evitarlo:
Configura las actualizaciones automáticas o asigna un momento cada semana para revisar que todo esté al día: Windows, programas, drivers, antivirus… todo suma.
3. Confiar en contraseñas débiles (o usar la misma para todo)
“El nombre del perro y ya está”… ese tipo de contraseñas son una invitación para cualquier ciberataque. Y si además las usan todos los empleados para todo, el riesgo se multiplica.
Cómo evitarlo:
Usa contraseñas seguras, diferentes para cada servicio, y considera implementar un gestor de contraseñas como Bitwarden o LastPass. Mejor aún, usa autenticación en dos pasos (2FA).
4. No tener un técnico o soporte informático confiable
Muchos negocios dependen de «el primo que sabe de ordenadores» o de soluciones improvisadas. Pero cuando hay un problema real (como una red caída o un ordenador que no arranca), no hay plan B.
Cómo evitarlo:
Ten al menos un contacto técnico de confianza o contrata un servicio básico de mantenimiento informático. No hace falta gastar mucho, pero sí contar con alguien cuando lo necesites.
5. Usar equipos viejos o mal optimizados
Si los ordenadores de tu oficina tienen más de 10 años, con 2 GB de RAM y discos duros lentos, probablemente estés perdiendo productividad sin darte cuenta. Cada minuto de espera se suma.
Cómo evitarlo:
No hace falta renovar todos los equipos, pero sí puedes actualizar algunos componentes clave como la memoria RAM o cambiar de HDD a SSD. A veces con una inversión mínima se logra un gran cambio.
6. No proteger la red ni el WiFi
Dejar la red sin contraseña segura, no segmentar conexiones o no cambiar la clave del router desde hace años… todo eso puede abrir puertas a intrusos, pérdidas de información o ataques internos.
Cómo evitarlo:
Asegura tu red con claves fuertes, cambia el usuario por defecto del router y crea una red separada para invitados o clientes. También es recomendable tener un firewall activo.
7. No formar a los empleados en buenas prácticas digitales
Tus empleados pueden ser tu mejor defensa o tu mayor riesgo en ciberseguridad. Si no saben identificar correos maliciosos o no entienden cómo gestionar bien los archivos, es cuestión de tiempo que haya un problema.
Cómo evitarlo:
Haz pequeñas formaciones internas, incluso de 10 minutos, para hablar de temas como phishing, contraseñas seguras, uso responsable del correo o buenas prácticas con los dispositivos.
Conclusión
La informática no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Lo importante es anticiparse. Con pequeños cambios, puedes mejorar la seguridad, el rendimiento y la tranquilidad de tu empresa.
En Inversia ayudamos a negocios como el tuyo a evitar estos errores, optimizar sus sistemas y trabajar con confianza.
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