Sabes que algo no va bien cuando enciendes tu ordenador y te da tiempo de prepararte un café mientras arranca. O cuando abrir una pestaña más en el navegador hace que todo se congele por unos segundos eternos. Sí, a todos nos ha pasado.
Y aunque lo primero que uno piensa es “ya está, tengo que comprar otro”, la verdad es que muchas veces tu PC no necesita ser reemplazado, solo necesita un poco de cariño (y una buena limpieza digital). Aquí te contamos los errores más comunes que hacen que tu equipo vaya a paso de tortuga… y cómo solucionarlos sin gastar una fortuna.
1. Cargar demasiadas cosas al encenderlo
Muchos programas se configuran para arrancar automáticamente al prender el PC, aunque tú no los uses. Y claro, cuando te das cuenta, tienes Spotify, Discord, OneDrive y 4 más iniciando con Windows sin que lo sepas. Resultado: todo va lento desde el primer segundo.
Qué hacer: abre el Administrador de tareas (Ctrl + Shift + Esc), entra en la pestaña “Inicio” y desactiva lo que no uses a diario. Tu PC te lo va a agradecer.
2. El disco está a punto de explotar
Cuando tu disco duro está casi lleno, el sistema no tiene espacio para moverse. Es como intentar correr en una habitación llena de muebles. Literalmente no hay lugar para respirar.
Solución express: desinstala programas que ya no usas, borra archivos temporales, vacía la papelera y pásate por el Liberador de espacio de Windows. O usa un programa como CCleaner para hacerlo aún más fácil.
3. Sigues usando un disco duro tradicional (HDD)
Este punto es simple: si aún tienes un disco duro de los antiguos, eso explica mucho. Los HDD son lentos por naturaleza. Abrir programas, copiar archivos, encender el PC… todo tarda el triple.
La solución real: cambia a un SSD. No estamos exagerando: tu ordenador va a parecer nuevo solo con ese cambio.
4. Tienes cosas funcionando en segundo plano… sin saberlo
Tu PC puede estar trabajando aunque no se note. Antivirus pesados, apps abiertas en segundo plano, sincronización en la nube, actualizaciones, widgets… todo suma y resta rendimiento.
Qué puedes hacer: vuelve al Administrador de tareas, revisa qué procesos están activos y cierra lo que no sea esencial. También puedes desinstalar o desactivar lo que no uses.
5. Nunca reinicias el equipo
¿Eres de los que solo cierran la tapa o dejan el PC encendido toda la semana? Aunque parezca que no pasa nada, el sistema acumula procesos y errores que a la larga hacen que funcione peor.
Consejo de oro: reinicia tu ordenador al menos una vez por semana. Te vas a sorprender de lo mucho que mejora con algo tan simple.
6. Todo está desactualizado
¿Hace cuánto no actualizas Windows o los drivers de tu equipo? No actualizar el sistema o los controladores puede generar conflictos y afectar el rendimiento.
Pasa lista: entra a Windows Update y revisa si hay actualizaciones pendientes. Para los drivers, herramientas como Driver Booster pueden ayudarte con todo en un par de clics.
7. Tienes 20 pestañas abiertas en el navegador
No te vamos a juzgar, todos hemos tenido un caos de pestañas abiertas. Pero sí: eso consume memoria y hace que el navegador, y con él todo el sistema, se ponga pesado.
Qué hacer: usa extensiones como The Great Suspender para «dormir» las pestañas que no estés usando o simplemente cierra las que no necesitas. Sí, aunque te cueste.
8. Puede que tengas malware
Y si nada de lo anterior funciona… puede que tengas un intruso. Un virus o software malicioso puede estar robando recursos y ralentizando todo.
Solución rápida: pasa un análisis con tu antivirus o usa una herramienta confiable como Malwarebytes para limpiar el sistema.
En resumen…
Tu PC lento no siempre es culpa del tiempo ni significa que esté muriendo. A veces solo necesita un respiro y algo de atención. Haciendo estos pequeños ajustes puedes recuperar buena parte del rendimiento perdido sin gastar un euro.
Y si después de todo sigue funcionando mal, en Inversia Technologies podemos ayudarte con asesoría para mejorar, optimizar o actualizar tu equipo.
Visítanos en inversia.es O contáctanos directamente para que tu ordenador vuelva a ir como un rayo